El próximo fin de semana actuará en el auditorio del Hospital de Santiago un ubetense que, hoy por hoy, es considerado como una de las jóvenes promesas más brillantes del piano dentro del ámbito nacional. Con 24 años de edad, Ramón Grau Perales es un pianista en el que se conjugan intuición innata para la música, sólida formación, muy buena técnica y disciplina a la hora de seguir aprendiendo y mejorando.
El concierto está previsto para el domingo 26 de mayo, en el marco del XXV Festival Internacional de Música y Danza, y en su preparación este joven lleva ya bastantes semanas trabajando. Y es que, asegura que para ultimar un repertorio se necesitan muchas horas, pues hay que madurar, aprender y reflexionar, tanto en lo técnico como en lo musical. En su opinión, un pianista no se dedica a preparar música para un concierto en concreto, sino a prepararse a sí mismo para que luego la interacción con el público sea buena.
Lo de actuar en su ciudad natal le resulta «muy emocionante» y dice estar seguro de que notará la energía. Es la primera vez que protagoniza un concierto en Úbeda, y le hace especial ilusión que sea en el marco del Festival de Música, un evento que considera «excelente» y sobre el que dice que hacen falta muchos más porque «necesitamos un mayor fomento de la cultura en Andalucía y en España».
Paralelamente a la preparación de la comparecencia ante sus paisanos ha estado ultimando otros recitales, alguno con cantantes, que tenía y tiene en agenda. Y a la vez, imparte clases de piano y orquesta a chavales de primaria y secundaria. Además, trabaja junto a un compañero en el Teatro de la Zarzuela, media hora antes de las funciones, haciendo una introducción y aportando datos sobre la obra, el autor, el estreno, las anécdotas… Es una original actividad que se hace en el ambigú por iniciativa del propio teatro para esta temporada.
Para Ramón Grau es muy importante haber conseguido vivir de la música. «Me puedo mantener pese a que el panorama es bastante negativo», asegura. Lleva apenas un año dedicándose profesionalmente a la que es su pasión, aunque desde los 19 años y durante la carrera no ha dejado de aprovechar oportunidades de trabajo que iban surgiendo.
Su relación con la música le viene desde pequeño. El ámbito familiar jugó un papel muy importante en ello. Y una vez que comenzó a formarse entendió que ese mundo era y es muy exigente, pues implica una superación continua y renunciar a muchas cosas, aunque aclara que en su caso siempre ha hecho lo que le ha gustado. «Son muchas horas de trabajo pero, como se suele decir, palos con gusto no duelen», añade. Ese cree que es el mensaje que deben asimilar los jóvenes que a día de hoy se estén planteando estudiar música y hacer de ello una profesión. «Que lo disfruten, que lo sientan como algo muy suyo», sugiere.
En relación a los halagos y las buenas críticas que de un tiempo a esta parte viene recibiendo, dice tomárselo con filosofía y con perspectiva, con los pies en el suelo y entendiéndolo como valoraciones favorables que animan a seguir adelante. «Yo sólo intento hacerlo lo mejor que puedo», comenta.
Además de seguir tocando allá donde le soliciten, «aunque las cosas salen cada vez con menos plazo, pero van saliendo», tiene en mente un proyecto con música de cámara y uniendo otras artes como el teatro. «Trabajar con otros artistas y con otras disciplinas enriquece mucho». También quiere seguir estudiando y continuar montando repertorios. Respecto a la composición de obras propias asegura que, de momento, es una asignatura pendiente porque no dispone del tiempo que ello requiere.
Nacido en Úbeda, Ramón Grau se graduó en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y realizó estudios en la Universidad Ferenc Liszt de Budapest. Ha actuado en numerosos festivales y ha colaborado con las Orquestas Presjoven y la Academia Barenboim-Said. Obtuvo premios en categoría juvenil entre los sobresalen 'Infanta Cristina' de Madrid, 'Juventudes Musicales' de Granada y 'Marisa Montiel' de Linares. Igualmente ha trabajado en diversas producciones escénicas como 'El Diario de Anna Frank', 'Trío en Mi bemol', 'La caída de los dioses' y 'El Caballero de la Triste Figura'. Ejerce como profesor de piano y agrupaciones instrumentales en el Colegio Internacional SEK Ciudalcampo de Madrid y continúa colaborando en producciones teatrales en Madrid.
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