Éxito
de la Luther College Concert Band, el dúo formado por Emilio Villalba y
Sara Marina y el Ballet Nacional de Cuba, que se llevó la Medalla de
Oro del Festival para Alicia Alonso
En
su quinta semana de celebración, el XXIX Festival Internacional de
Música y Danza 'Ciudad de Úbeda' vivió uno de sus momentos álgidos en la
noche del viernes con el espectáculo 'La magia de la danza' que ofreció
en la plaza de toros el Ballet Nacional de Cuba. Toda una institución
que dirige la gran Alicia Alonso y que encandiló al numeroso público
asistente con selecciones de conocidos ballets.
Así,
sobre el escenario se pudieron ver fragmentos de 'El lago de los
cisnes', 'Giselle', 'Cascanueces', 'Coppélia', 'La bella durmiente del
bosque' o 'Don Quijote'. Todo ello con una ejecución impecable gracias a
la preparación de las bailarinas y bailarines que forman el elenco de
este grupo de prestigio internacional. Resultó muy bello y emocionante y
los aplausos brotaron entre el respetable de forma constante.
La
propuesta ofreció la posibilidad de apreciar, en un solo espectáculo,
la riqueza del desarrollo del ballet clásico acumulada en siglos,
recogiendo importantes momentos del arte coreográfico del siglo XIX.
Fueron rigurosas recreaciones, a las que se sumó una escena de la
'Sinfonía' de Gottschalk, un ejemplo de la coreografía cubana de los
últimos tiempos.
El
Ballet Nacional de Cuba participó en el Festival de Música y Danza
dentro de la gira que viene realizando por España. Y fue la primera vez
que se hizo un montaje de este tipo en Úbeda, lo que hizo a la
organización optar por el coso de San Nicasio, ya que era inviable
llevarlo a cabo en otro espacio escénico la ciudad ubetense.
Reconocimiento
Antes
del inicio del espectáculo se hizo entrega del Premio Nacional Amigos
de la Música y de la Medalla de Oro del Festival de Úbeda. En esta
ocasión se concedió a Alicia Alonso, en su día primera bailarina y
actualmente directora del Ballet Nacional de Cuba. Es la primera vez que
este reconocimiento se otorga a alguien del ámbito de la danza clásica,
destacándose su dilatada trayectoria, entrega y aportación a este arte.
Alicia Alonso no pudo estar presente y recogieron la distinción dos
componentes de su compañía. Tras unas palabras de José Fuentes y entre
fuertes aplausos, la entrega corrió a cargo de Antonia Olivares,
alcaldesa de Úbeda, y Antonio Sánchez Montoya, director del festival.
Una gran banda
Previamente,
el jueves, en el auditorio del Hospital de Santiago se pudo disfrutar
de la Luther College Concert Band, fundada en 1878 y que está
considerada como una de las bandas universitarias más destacadas de
Estados Unidos. Cada cuatro años suele realizar giras por Europa
Occidental y Japón y este año ha llegado hasta España donde ha
protagonizado conciertos en Madrid, Valencia, Cádiz y Úbeda.
El
del festival ubetense fue el último, por lo que antes de comenzar los
jóvenes músicos se reunieron para escuchar unas palabras de sus
responsables. Resultó muy emocionante y brotaron muchas lágrimas, lo que
demuestra que la experiencia de esta gira ha sido muy satisfactoria,
tanto en lo musical como en lo personal.
El
concierto fue de gran altura, teniendo al frente a su directora
titular, Johan de Alburquerque, y con la participación de Lynne Hart
como solista al saxofón. El programa incluyó cerca de una veintena de
obras de variados estilos, desde clásico a bandas sonoras. En este
apartado no faltó el tema central de 'Star Wars' cuando se celebra el
cuarenta aniversario de la conocida saga cinematográfica.
En la Sinagoga del Agua
Finalmente,
el sábado, al filo de la media noche y para entrar con buen pie en los
primeros minutos del domingo, Emilio Villalba y Sara Marina presentaron
su espectáculo 'Machina Antiqua'. Ocurrió en la Sinagoga del Agua, un
lugar especial que de un tiempo a esta parte viene reservando momentos
mágicos para el Festival 'Ciudad de Úbeda'.
En
este concierto los presentes hicieron un viaje sonoro por la Europa
medieval, Al Ándalus y la música tradicional mediterránea, acompañados
con 'máquinas' inventadas para perfeccionar el arte de la música. De
esta forma, los protagonistas fueron los instrumentos, reproducciones de
aquellos que sonaron hace siglos, los cuales sirvieron además para
hilar historias en torno a ellos, los músicos que los tocaron y los
artesanos que los construyeron.
Citola,
arpa, ravel, salterio, laúd, lira, vihuela y un largo etcétera, fueron
algunos de los utilizados durante el recital, reconstruidos por violeros
en base a muchas investigaciones y algunas pistas sobre su forma y
funcionamiento encontradas en antiguos relieves de piedra o madera o en
dibujos sobre pergamino. Y Emilio Villalba y Sara Marina los presentaron
e hicieron sonar como lo hacen por toda la geografía española o con sus
discos que ya son más de una decena.
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